“Un Lugar con mucho magnetismo”, así se podría definir el punto mas meridional de toda Europa dentro de la provincia de Cádiz.. todo un balcón al continente africano. De la convergencia entre dos aguas, Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, surge un paraje simplemente espectacular que conforma el Estrecho de Gibraltar. Desde la misma playa se puede divisar tanto la increíble costa africana como los cientos de buques que cruzan sus aguas constantemente..

Tan solo 14 kilómetros separan Europa y África, donde la fricción de las corrientes de aire a su paso por el Estrecho dota a la ciudad de Tarifa de uno de sus grandes tesoros, sus fuertes vientos, culto de los grandes amantes del mar. Desde hace ya muchos años, esta peculiaridad ha convertido a la ciudad en un paraíso deportivo para ellos y también para todo el que quiera disfrutar de una naturaleza virgen, tanto en la costa como en el interior.

Conocidas actualmente en todo el mundo, las aguas de Tarifa han sido escenario de numerosos campeonatos mundiales tanto de windsurf como de kitesurf, y junto a las Islas Canarias o las Hawai, es uno de los destinos favoritos internacionales para la practica de estos deportes.

Es un auténtico paraíso por mucho motivos. Aquí como sucede en el Caribe, no hay gran cantidad de palmeras, ni cálidas aguas, pero sí mas de 30 kilómetros de impresionantes playas de arenas blancas y finas, de aguas turquesas, mezcladas con calas desiertas y vientos que purifican el idílico ambiente.

La singularidad del viento y el espectacular entorno que rodea a Tarifa, con sus dos grandes Parques Naturales, el de Los Alcornocales y el del Estrecho, impiden que las grandes constructoras puedan sepultar bajo el hormigón un paisaje de tales características.

Estos paisajes costeros son testigos de innumerables actividades deportivas. Tarifa ya cuenta con decenas de escuelas de windsurf, kitesurf y surf, más practicado en invierno, y también centros deportivos para el alquiler de material. Pero las actividades deportivas y de ocio no se quedan en el viento y la superficie del mar.

Durante todo el año, los amantes de la bicicleta de montaña también cuentan con infinidad de preciosas rutas de cicloturismo; se puede practicar buceo en la iIsla de Tarifa, considerada una de las zonas con mayor riqueza marina de toda la península, dar paseos y realizar rutas a caballo por monte y playa, practicar ala delta, parapente, avistamiento de cetáceos y aves migratorias, senderismo, escalada, espeleología y un largo etcétera.

Su carisma atrae a deportistas, ornitólogos y amantes de la naturaleza de todo el mundo, sobre todo en época estival, cuando sus playas exhiben cientos de velas y comentas ofreciendo un espectáculo de colorido sublime. Sus bellas costas no dan mucha cabida a las típicas sombrillas domingueras y a las famosas tortillas de “papas”..
Dentro del término municipal de Tarifa encontramos también otras poblaciones muy interesantes, como son Zahara de los Atunes, explosión de moda año tras año; la espectacular playa de Bolonia con sus asentamientos romanos de Baelo Claudia, y Facinas, pueblo de blancas casas con un encanto especial y que da entrada al Parque Natural de Los Alcornocales a través de la zona recreativa de Los Tornos.

La semana santa y los meses de Junio, Julio, Agosto y Septiembre de cada año son cultivo de turistas y entonces la población flotante llega a triplicarse, repercutiendo beneficiosamente en la economía de la ciudad. en contraposición, la urbe pierde su verdaderos carácter de playas desnudas y aire puro que vuelve a recuperar con la llegada del fuerte viento de levante, apreciado solamente por quienes viven en la ciudad todo el año.

Después de haber recorrido numerosas islas en distintos lugares del mundo, como las Canarias, las Baleares, Mauricio, Jamaica, Cuba, Dominicana, entre otras, aún no he conocido un lugar que trasmita tantas sensaciones..

Será cuestión de seguir viajando.